La pequeñ a balada de Plovdiv En la vieja villa de Plovdiv, lejos allá mi corazó n murió una noche. Y nada má s. Una larga mirada verde, lejos allá , humedos labios prohibidos. Y nada má s. El cielo bú lgaro brillaba, lejos allá , lleno de estrellas temblorosas. Y nada má s. Oh, lentos pasos por la calle, lejos allá , oh, ú ltimos pasos para siempre. Y nada má s. |